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Somos una empresa familiar con casi 30 años en el mercado, nos dedicamos a criar un Aberdeen Angus de biotipo intermedio, criados a campo, en forma natural.
Nuestras vacas nacen en medio de las sierras de Tandil, logrando desde el vientre una gran adaptabilidad al ambiente.
Seleccionamos obsesivamente por fertilidad, descartando todo animal que no logra preñarse o criar un ternero.
Hacemos un solo servicio por año, durante 70 días, en primavera, y las vaquillonas se incorporan al rodeo a los 15 meses de edad.
Recriamos vaquillonas y toritos a pasto, sin suplementación.
El mejoramento genético lo logramos con un trabajo constante y por medio de una mayoría de toros propios, producto del linebreeding, siempre descendientes de los grandes Jefes de Raza que nos aseguren consistencia y nos reduzcan la variabilidad.
Eso nos orienta hacia la generación de un reproductor prepotente, capaz de transmitir sus genes y su biotipo a la siguiente generación con eficiencia.
La verdadera fortaleza de nuestro programa genético es sin dudas la experiencia de una vida entera atrás de las vacas. Como veterinarios, pasaron por nuestras manos y nuestro manejo grandes cantidades de vacas y toros. Nuestra idea de genética surge de ese ejercicio profesional durante casi 40 años. En ese lapso pudimos ver gran cantidad de sistemas productivos desde su propia esencia, pudimos analizar los resultados de muchos biotipos y razas distintas. Y pudimos sacar algunas conclusiones que hoy se ven plasmadas en el rodeo que logramos conformar.
Estos planteles de vacas que hoy conforman Las Veteranas, de los que nos sentimos orgullosos, reflejan infinitas jornadas en mangas y corrales, palpando, revisando, evaluando, seleccionando, y fundamentalmente observando que era lo que funcionaba , y lo que NO FUNCIONABA.
Nos formamos como profesionales en la década del 80, sin dudas, la época más loca de la ganadería argentina, donde eran comunes los toros de 1500 kg y había lotes enteros de vaquillonas que sufrían atraque en el parto. Tuvimos que lidiar con vacas de rodeo general de 1.50 de alzada y 750 kg de peso, y vimos a mucha gente hacer cosas increíbles con sus ganados.
Con esa base, en 1991, cuando empezamos a criar y vender toros, siempre tuvimos en mente el concepto de que la genética tiene que facilitar el negocio y no precisamente complicarlo. Con aciertos y errores, siempre buscamos el camino de la simplicidad y la economía del criador.
El resultado de ese camino de más de 30 años, son las vacas que podemos mostrar en nuestro campo, y los toros que vendemos.
En nuestro caso, el asunto de la fertilidad es una obsesión, y tenemos para eso una explicación bastante sencilla. Como profesionales, la fertilidad del rodeo fue siempre nuestro medio de vida. Cuando empezábamos en un campo nuevo, generalmente, había problemas de preñez. Así que siempre dependimos de preñar las vacas para mantener el trabajo. Mucho de los problemas tenían inicialmente una solución sanitaria (las enfermedades venéreas eran muy frecuentes, mucho más que ahora), pero cuando había que afinar el lápiz, la fertilidad de las vacas se fue haciendo un objetivo cada vez más claro.
Estamos convencidos que lo más importante para el criador de terneros es la FERTILIDAD, así con mayúsculas. Por eso es que a esto lo tenemos en el ADN de nuestro proyecto. Sabemos bien que precocidad sexual es el primer indicador a tener en cuenta; es por eso que usamos en el ENTORE al AÑO como único método de reposición desde el mismísimo inicio de la cabaña en 1991.
También pensamos que no vale la pena tener vacas «turistas» en el campo, es así que no perdonamos vacas que no crían un ternero, por lo que podemos decir que nuestro plantel se conforma de vientres que pasaron por servicio precoz, y luego se preñaron todos los años sin interrupción. Y por ende, los toros que vendemos llevan ese estricto modelo de selección a mejorar los rodeos en los que les toque. También hacemos mucho énfasis en la precocidad y fertilidad en los machos, hemos logrado que nuestros toros estén perfectamente aptos para servir vacas al año de edad, si eso fuera necesario.
Trabajamos con Prueba de Capacidad de Servicio, por lo cual nuestros toros pueden cubrir entre 50 y 80 vacas con total solvencia.
Nos hemos fijado como meta lograr un rodeo homogéneo, ya sea desde lo fenotípico, pero muy especialmente desde lo genético. Para avanzar sobre ese objetivo, nuestra estrategia es muy definida: lo primero es usar muy pocos toros, y que los toros a seleccionar provengan de líneas probadas, con ancestros destacados. No solemos hacer pruebas con toros de pedigrees abiertos, usamos solo toros producidos por nosotros.
Las incorporaciones de toros externos se hacen por intermedio de nuestras vacas insignia, a través de sus hijos. Jamás usamos masivamente un toro de afuera, antes lo pasamos por las mejores vacas, y si la cosa funciona, incorporamos algún hijo.
Así venimos haciendo desde hace unos años, y estamos muy conformes con los avances logrados. Buscamos la prepotencia genética, esto es que nuestros toros logren producir lo que de ellos se espera, en las características que buscan nuestros clientes.
La persona que viene a buscar un toro, está haciendo una inversión, que solo va a recuperar ( a igualdad de calidad genética) si pasan dos cosas: Que el toro preñe muchas vacas y que el toro dure muchos años.
Trabajamos obsesivamente en la longevidad y la fertilidad de nuestros toros, para que la confianza depositada en nuestro programa genético rinda frutos al cliente.
Tenemos un desvío profesional, producto de conocer las causas mayores de descartes de toros: Pezuñas, articulaciones, temperamento, prepucio, condición corporal inherente, baja lívido, fractura y desviación de pene, dándoseles a cada una de estas afecciones el orden que queramos, ellas son las más comunes.
Trabajamos todos los días para que esto no ocurra, y que un toro de los nuestros pueda dejar algo parecido a 300 hijos durante su vida útil. Cada una de preñeces que logran nuestros toros en las vacas de los clientes, terminan siendo mucho más económicas que las de los toros que preñan menos y duran menos.
Y este número es muy relevante al momento de invertir en toros. La crianza natural, sin embucharlos ayuda mucho en ambos aspectos.
La Genética es una actividad APASIONANTE, pero que se presta a muchas interpretaciones, bastantes cuentos y algunos engaños.
Como vendedores de toros tenemos una consigna muy sencilla: el que nos compra un toro está invirtiendo para mejorar su rodeo; es así que deposita en nosotros su confianza, y nosotros no lo podemos defraudar.
Por lo tanto, ponemos el mayor énfasis en la doble consistencia del producto que vendemos.
Yo soy toro en mi rodeo y toraso en rodeo ageno, siempre me tuve por güeno y si me quieren probar, salgan otros a cantar y veremos quién es menos.
Andrés Cornejo. Medico Veterinario UBA Director Técnico Las Veteranas - Lonco Piré
Administración y Finanzas 2494537437
Encargado de Ganadería de la Cabaña
Personal de Ganadería
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